Y estaba todo tan claro que ya no te veía
Soy la luna taciturna
que grita por la madrugada
los silencios más furtivos.
Veo las historias del sol
tan cerca que quema
tan cerca que dos veces
tan cerca que las palpitaciones
aceleran el ritmo de mis palabras y
me encuentro enroscado-divagando-perdido
vos también me decías
me decías nada
a las cuatro de la mañana
Ahora entiendo todo.
En ese limbo que me encontraba
-y el vino, ese río al inconsciente-
alcanzaba a escucharte apenas
reconocía tu voz pero no tus palabras
por eso yo también llegué así
en forma de nombre
en forma de nada.
-en forma de música-
y
qué fuerte
el silencio
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