viernes, 31 de mayo de 2013

El suspiro

No fue mucho más que un combate de suspiros que piden paz
-el suspiro, esa palabra asfixiada,
ese sentimiento encontrado que se exhala
cuando lo que hay que decir desborda el alma-

Y qué fuerte el silencio
entonces sorbías coraje apresurando la bombilla
entonces a pesar del adiós sonreías nerviosa

¿Qué te puedo decir?
no hay dudas entre una baldosa floja
y las promesas, que son agua y humo.

No fue mucho más
que un combate de suspiros que piden paz
pero me pediste por vos
entonces
callé para siempre.

lunes, 27 de mayo de 2013

Sonata

Pasaba lo mismo
una y otra vez, no hay con que darle.
Escuchás y la querés tocar,
llevarla de la mano lejos
y que te cuente todo
hasta de su perrito de la infancia
-sobre todo de su perrito de la infancia-
Comenzás a dominar sus rincones
conocer sus matices
y a hacerla cantar amplia
y suntuosamente
pero sin alcanzar la perfección
siempre te dirán que vas muy rápido
y cuando de verdad
le estás aplicadamente encima
como para satisfacerla
empezás a odiarla y a odiar tu interpretación
ya es tarde
te volviste frío y predecible
ahí mismo alguien te oye tocar
y se enamora de esa mujer.
La que amabas cuando la escuchabas
cuando no la tocabas y todo era
un misterio platónico
que te hacía cerrar los ojos
y llorar justamente pensando
en toda esa desaparición del tiempo.
Cuatro viernes son más que suficientes para sentir que uno se ablanda
y que ese beso que era un rompecabezas que no cuaja
empieza a anticiparse, a ponerse gustoso en el cosquilleo de vientre
a rozar suavemente los labios como los que saben besar
a cerrar del todo los ojos sin espiar si el otro hace lo propio.

Y no sabía si te incomodaba por mi o por él, 
y yo no sabía muy bien de quién era esa risa tampoco
- cuidado si compartes el sentido del humor con una mujer -

Se le teme al amor por su naturaleza salvaje
se le teme como a una baldosa floja
luce todo igual y caminamos 
hasta que nos encontramos empapados en él
con cara de lince sin estar preparados sin desearlo en absoluto
arruina todas tus noches de sexo casual
y sobre todo ese miedo a no saber distinguir donde empieza el juego y 
donde termina la sangre
Te dejás llevar con cara pálida
esperando que una de mis embestidas toque un engranaje 
o algo y cambie las cosas.
Esperando que te penetre tan fuerte para sacarte del sopor que te esclaviza.

Uno se distrae con besitos esquimales cuando se encuentra con que el viento cambio, 
se ha ido el invierno.
Y al final terminé dando vueltas
dando vueltas para no perderme
Esas tardes donde la lectura nos lee
y quedamos a merced
de los caprichos de las letras.

La ví, 
siempre con su filoso temperamento
y succionando el mate
como si recuperara
a sorbos
su alma.

La mirada perdida
y todavía
ese swing
que sacudía bueyes.

Un desolado cambio
marchitó el sol
un vuelco, un lapsus
y un magullón.
La remera sin corpiño
y una flor como en París.

Restos de esos ojos tristes
que se arrepienten al  mentir
y un vaso lleno, tibio
con huellas de un lápiz
que nunca más usó.

Y sé que lo volverás a ver
espero que ese cosquilleo
se transforme en náusea
y sus paseos
en una morbosa soledad...

Que ese beso
sea un grito
y las caricias
zarpazos.
Que no le eches el ojo
ni para odiarlo
y que te rias implacable
haciéndolo desear

Y sobre todo no olvides
que falló a tu amor,
algunas cosas cuando mueren
corroen en derredor
como células infectadas
y es mejor alejarse de ellas
para siempre.

Que vuelvas prístina
con toda tu pureza renovada
Dejándole la mancha 
a quien le corresponda
Y poder escribir en tus labios de hoja
las historias que queramos
las risas acentuadas
y los ojos anhelantes.

Y que se te acerque ese insecto
al que tanto le temes
Sí, te deseo el terror y el miedo absoluto.
Deseo que te paralices 
y te esfuerces por pensar
que digieras ese dolor de fruta podrida
y vomites el pasado 
que caigas desnutrida en mis brazos
con voracidad 
de cada centímetro de mi piel.
Cometí el error de buscarte
y la música era un aborto 
lleno de espanto
te vi
y el suelo comenzaba a flotar
hasta amasarme contra la pared

Te ví y
todo lo hermoso
desaparecía
o se atenuaba
a esta altura no sé
si el amor es una enfermedad
o enferma todo lo que no es amor.

Pensé que estaba listo para verte a los ojos
pero nunca se está listo
para volver a ciertos lugares
como querer entrar al vientre materno
hay sitios vencidos y cerrados
que nos asfixian
Y ver cuanto nos asemejamos a las hojas
el viento nos entrena
cuando maduramos caemos de un golpe
y él nos domina
nos lleva y trae a gusto en soledad.
A veces nos juntamos y 
causamos inundaciones, sí
otras veces la gente nos pisa
sólo para ver 
como crujimos.
Fuerte como la espada
y sensible como la mano que templa

Quiero tener la fuerza del amanecer
y la nostalgia del ocaso.
Una mano que rebalse la octava
y dedos que aún quepan en la comisura de sus labios

La potencia del rayo y la paciencia de la lluvia.
El remo de un abrazo y el envión de una despedida.
Carisma de líder y paz de ermitaño.
Bondad de santo y experiencia de demonio.

Arrastrar como un río y contemplar como un lago.
Hierro, pétalo. Miedo, mar. Vértigo y rutina.

Quiero ser perfecto equivocándome
y pecar con los más castos ángeles
reinar y ser la voz del pueblo,
el primero en protestar.

Quiero también un verano en soledad
y sufrir mucho frío.
Conocer el mundo enamorarme y habitar
Ella quiere solo lo peor de mi
mis brazos fuertes, mi humor negro
la forma en que muerdo y beso

Ella quiere sólo lo peor de mi
no el rincón que he decorado, esperando
no las palabras que brotan matutinas

No, ella quiere sólo lo peor de mi
mi ebriedad y lujuria
mi voz rasposa y mis dedos
No los nocturnos ni las lágrimas
no los abrazos tumbados en gloria

Ella quiere sólo lo peor de mi,
y lo peor de mi es quererla.
Y el horror
de descubrir que no soy poeta.
Sólo un canal, 
un conducto 
que utiliza tu belleza para ser palabra.

Y eso me hace tan reemplazable
como una pieza de un auto
o la cadena de una fábrica.

Entiende 
que no puedo dejar de culparte
por este horror que me tiene seco,
imposibilitado de escribir una palabra.

Y peor pensar 
que ahora estás iluminando a otro
transformándolo en poeta
con el éxtasis
y el furor
de ese don prestado.

Muriendo de celos
con un nudo de palabras que se acumula
lejos de tu sonrisa que escampa.
Todo lo que usted quiera, sí señor, pero
Una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa.
Son tan hermosas
que las quiero llevar puestas ¿vio usted?
¡Imaginese a Clotilde, se ahogaría con la bombilla!
nadie le creería que en mi canadiense llevaba las estrellas
o al menos las que alcanzara a robar antes de que se caiga el cielo en mi cabeza.
Sí Omar, no es cosa de galos nomás.
Imagínese, 
el tiempo se desdoblaría a mi paso, 
por fin caminaría hacia mi mismo 
con una presencia que seduce y escarmienta a la muerte cíclicamente,
caminaría formando espirales, portales al abismo de la eternidad.
Ay! Omar, no sea exagerado, si bien sabe que somos el juguete viejo de Dios,
el ya está logrando su galaxia perfecta sin cetros ni sotanas
considere lo del peluche tuerto
como una dádiva.

Luna

Y estaba todo tan claro que ya no te veía
Soy la luna taciturna 
que grita por la madrugada
los silencios más furtivos.

Veo las historias del sol
tan cerca que quema
tan cerca que dos veces
tan cerca que las palpitaciones
aceleran el ritmo de mis palabras y 
me encuentro enroscado-divagando-perdido

vos también me decías
me decías nada
a las cuatro de la mañana

Ahora entiendo todo.
En ese limbo que me encontraba
-y el vino, ese río al inconsciente-
alcanzaba a escucharte apenas
reconocía tu voz pero no tus palabras
por eso yo también llegué así
en forma de nombre
en forma de nada.
-en forma de música-

y

qué fuerte 
el silencio

La cueva

Me paso la vida acá
encerrado en mi actividad
a veces alguna mano sin voz se acerca
para darme algún alimento

Obstinadamente, ocho, diez horas por día
pero a veces,
solo a veces
la cueva se abre
y conduce a un recinto lleno de gente
donde esperan sentandos y me aplauden

entonces les muestro
lo que ya he hecho miles de horas
encerrado en mi cueva
hay quienes lloran
pero todos aplauden
muchas veces de pie
Entonces los saludo con un gesto corporal
nadie me habla
y la luz se va a apagando
paso a paso
mientras me adentro en mi cueva.
Ella tiene un amante sórdido, un Aquiles de perfectas dimensiones y ojos de río
entonces uno se arranca los brazos y cierra los ojos.
Ella tiene un amante bribón, un enanito verborrágico con cabellos de tormenta
entonces uno se muerde la lengua y esquiva el viento con su cabeza desierta.

Ella tiene un amante intelectual, con un garbo que enamora veredas
entonces uno se descerebra y deja de caminar.
Ella tiene un amante rico, capaz de darle banquetes y lujos
entonces muere de hambre y anda en harapos.

Ella no tiene un amante y podríamos tenerla
entonces uno
  no puede abrazarla
                     no puede mirarla
                     no puede hablarle
no puede pensar
no puede buscarla


porque


yace mutilado de celos.